


Buscamos que cada persona tenga un encuentro con Dios, porque un encuentro cambia perspectivas, rumbos y pasos. Como dice Jeremías: “Me seduciste, Señor, fuiste más fuerte que yo.” Por eso cada domingo, cada reunión y cada programa son intencionales en provocar ese encuentro.

La palabra dice que Jesús vino a dar libertad al cautivo. Queremos proveer espacios donde cada persona pueda experimentar libertad, vivir libre y caminar en plenitud. Cada acto que representa o manifiesta libertad forma parte de este pilar.

Creemos que fuimos creados con una asignación específica en la tierra. Dios nos capacitó con dones, talentos y favor según nuestro diseño. Conocer esa área de nuestra vida es fundamental, y en Cántico Nuevo nos apasiona ayudar a otros a descubrir su propósito.

La Biblia dice que somos llamados a ir por delante, a ser agentes de cambio e influencia: “Que ellos se conviertan a ti y no tú a ellos.” Cuando alguien tiene un encuentro con Dios, vive en libertad y camina en su propósito, está listo para hacer una diferencia, en lo pequeño y en lo trascendente, siendo luz y sal para nuestra ciudad.
Para nosotros, establecer el Reino de Dios no solo habla de evangelismo, sino de cultura. Por eso estos cuatro pilares son esenciales para vivir nuestra visión de forma práctica y constante.
Creemos que cuando soñamos, Dios hace mucho más de lo que podemos pedir o imaginar (Efesios 3:20). Soñamos con “ser una iglesia pequeña con un montón de gente”, creciendo sin perder la cercanía, donde cada persona sea conocida, amada y desafiada. Queremos bendecir a nuestra ciudad, confiando en que Dios siempre puede sorprendernos más allá de lo que imaginamos.